ENCUENTRO CON:
Fernando Baena y Luis Fega.
PROGRAMA:
13h 30m. La búsqueda*.Fernando Baena.
16h 30m. El proceso creativo. Luis Fega.
*Estreno mundial.
No es fácil trazar una línea por la dilatada y serpenteante trayectoria de Fernando Baena (Córdoba, 1962). Elemento común de su arte es la descolocación del espectador a través de contundentes intervenciones sobre el ambiente (taladrar un muro e iluminarlo por dentro, dibujar la arquitectura subyacente a una estancia en sus propias paredes, reinventándola, o más radical aún: “desaprovechar” un espacio expositivo), los sentimientos extraviados de los humanos (Familia no encontrada), o material fotográfico de prensa (fundiendo rostros de presumidillos ejecutivos españoles).
Su nueva mirada sobre las viejas realidades permite soñar con un mundo inventado, sin duda más estimulante que en el que ahora vivimos: alucinado y pesadillesco..., a extinguir.
Interesan las actividades de Fernando volcadas al entorno (a través de LHFA), animando a más artistas y a la propia comunidad a participar, como si en caso de existir la solución ésta fuese necesariamente de todos, colectiva. En ningún caso oficial, institucional.
Fernando Baena no para de sorprender a sus más cercanos seguidores, esta vez nos propone una enigmática y desestabilizante búsqueda de un tesoro antiguamente escondido por nosotros mismos... “Si bien tenemos firmes indicios, toda la potencia de este artista aún está por madurar y ese día amanecerá distinto”, fueron las halagüeñas palabras del crítico holandés Peeperkorn en su última estancia en Málaga.
Hace casi un siglo Kandinsky intentó establecer una serie de normas para poner de manifiesto el mundo interior del artista -de entrada invisible- en el lienzo y, hoy por hoy, seguimos intentando descifrarlas... eso a pesar de que todos aspiramos a comprender, incluso a implicarnos al máximo; pero nos faltan muchas veces caminos para llegar al corazón de las piezas abstractas. De la mano de Luis Fega (Asturias, 1952) y su dialéctica intentaremos acercarnos a conceptos como la forma, la necesidad interior -tan unida a la libertad del artista-, y su majestad el elemento rey: el color. Un artista plástico tan vigoroso como Luis nos ayudará a desvelar la profunda tonalidad que subyace en la pintura actual sirviéndose de su propia obra a manera de ejemplo.Si ya es un reto grande para el pintor plasmar lo invisible en la superficie del lienzo, más difícil tal vez sea explicar a través del lenguaje verbal la creación artística una vez producida.
"En lo referente a mi obra puedo decir que no intento contar historias, ni pretendo reflejar la realidad (...)
Me gustaría poder ver el mundo con una nueva mirada., como si lo estuviese viendo por primera vez. Presentar nuevas relaciones de las cosas y recuperar la capacidad de asombro, pues a fin de cuentas, todo es misterioso. Pero eso no es fácil. Me gusta que mi propia obra me sorprenda. Llegar a lo inesperado. Para ello la mente no debe actuar como un impedimento".
Ver invitación.
